Empreinte carbone et environnementale du vin en France : chiffres d’impact et bonnes pratiques à mettre en œuvre
Résumé
L’ordre de grandeur de l’empreinte carbone du vin en France sur tout son cycle de vie est de 1 kg à 1,5 kg CO2eq/L de vin. A l’échelle de la filière française, cette empreinte carbone est généralement structurée de la manière suivante : conditionnement pour 40% à 50% des émissions (fabrication des matières, notamment de la bouteille), viticulture pour 15% à 20% (consommation de carburant et fabrication des engrais), distribution pour 15% à 20% (carburant) et vinification à hauteur de 10% environ (consommation d’électricité). Des bonnes pratiques permettant de réduire l’empreinte carbone du secteur vitivinicole sont identifiées et chiffrées par l’IFV pour chacune des 4 étapes. Conditionnement : bouteilles en verre allégé et en verre recyclé, modes de conditionnement alternatifs à la bouteille en verre (outre à vin, canette, bouteille en PET). Viticulture : fertilisation organique, diminution de la consommation de carburant (réglages, densités de plantation, organisation du travail, traction électrique ou animale…), modes de palissage, enherbement, retour au sol des sarments, plantation de haies. Distribution : transport ferroviaire et maritime, réemploi de la bouteille en verre. Vinification : fluides frigorifiques, isolation thermique des bâtiments et cuves… L’empreinte carbone quantifie la contribution au changement climatique mais elle ne permet pas d’embrasser la diversité des impacts environnementaux. La méthode l’Analyse de Cycle de Vie est une méthode plus complète qui permet d’intégrer d’autres indicateurs comme les émissions de particules fines dans l’air, l’eutrophisation des eaux, l’écotoxicité de l’eau douce, la consommation d’eau, etc.
Carbon and environmental footprint of wine in France: impact figures and good practices to implement
The order of magnitude of the carbon footprint of wine in France over its entire life cycle is 1 kg to 1.5 kg CO2e/L of wine. On the scale of the French sector, this carbon footprint is generally structured as follows: packaging from 40% to 50% of emissions (manufacture of materials and in particular the bottle), viticulture from 15% to 20% (consumption of fuel and fertilizer manufacturing), distribution from 15% to 20% (fuel) and winemaking for approximately 10% (electricity consumption). Good practices to reduce the carbon footprint of the wine sector are identified and quantified by IFV for each of the 4 stages. Packaging: lightweight glass and recycled glass bottles, alternative packaging methods to glass bottles (wine skins, cans, PET bottles). Viticulture: organic fertilization, reduction in fuel consumption (adjustments, planting densities, organization of work, electric or animal traction, etc.), trellising methods, grassing, return of the branches to the ground, planting of hedges. Distribution: rail and sea transport, reuse of glass bottles. Winemaking: refrigerating fluids, thermal insulation of buildings and vats…The carbon footprint quantifies the contribution to climate change but it does not allow us to encompass the diversity of environmental impacts. The Life Cycle Analysis method is a more complete method which makes it possible to integrate other indicators such as the emission of fine particles into the air, the eutrophication of water, the ecotoxicity of fresh water, water consumption, etc.
La huella de carbono y medioambiental del vino: cifras de impacto y mejores prácticas a aplicar
El aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero (gei) en la atmósfera como consecuencia de las actividades humanas está provocando un incremento de la temperatura media de la atmósfera. De los escenarios establecidos por el grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático (ipcc) de la onu, solo dos permiten alcanzar el objetivo mínimo de los acuerdos de parís firmados en la cop 21 de 2015: mantenerse por debajo de +2 °c después de 2050. Ambos escenarios prevén una rápida reducción de las emisiones de gei a partir de 2025, gracias a una fuerte cooperación internacional, a la prioridad concedida al desarrollo sostenible y a las elecciones responsables de los consumidores. Los acuerdos de parís exigen la neutralidad mundial del carbono en 2050 como mínimo para alcanzar el objetivo principal. En noviembre de 2019, francia elaboró la 2ª estrategia nacional baja en carbono (snbc), que establece objetivos en línea con los acuerdos de parís: lograr la neutralidad de carbono para 2050, al tiempo que se reduce la huella de carbono de los consumidores franceses a través de productos importados (mtes, 2020). Para alcanzar estos objetivos, la trayectoria prevista es: reducir las emisiones de gei en un 40% de aquí a 2030 con respecto a 1990; reducir las emisiones de gei en un 84% de aquí a 2050 con respecto a 1990; aumentar los sumideros de carbono (suelo, biomasa, sumideros tecnológicos) en un 50% de aquí a 2050 con respecto a 2019. La huella de carbono de francia en 2019 se estimó en 791 mt co2e (sdes, 2020). Tomando la referencia actual de una botella de vino en francia (agribalyse) y la producción francesa de vino en 2019, se concluye que la huella de carbono del sector vitivinícola representa el 0,7% de la huella de carbono francesa. Se puede estimar que, sólo en términos de emisiones directas, la viticultura representa el 0,9% de las emisiones agrícolas (agribalyse 3.1, 2024; citepa, 2021). El orden de magnitud de la huella de carbono del vino en todo su ciclo de vida es de 1 kg a 1,5 kg co2e/l de vino. La huella de carbono de la industria vitivinícola francesa suele estructurarse de la siguiente manera : – envasado: 40% a 50% de las emisiones (fabricación de materiales, en particular la botella) ; – viticultura: del 15% al 20% (consumo de combustible y producción de abonos) – distribución: del 15% al 20% (combustible) – vinificación: alrededor del 10% (consumo de electricidad). Ifv identifica y cuantifica las mejores prácticas para reducir la huella de carbono del sector vitivinícola en cada una de las 4 etapas: – envasado: botellas ligeras de vidrio y vidrio reciclado, alternativas a las botellas de vidrio (odres, latas, botellas de pet); – viticultura: fertilización orgánica, reducción del consumo de combustible (ajustes, densidades de plantación, organización del trabajo, tracción eléctrica o animal, etc.), métodos de espaldera, cubierta vegetal, retorno de los sarmientos al suelo, plantación de setos, etc; – distribución: transporte ferroviario y marítimo, reutilización de botellas de vidrio; – vinificación: fluidos refrigerantes, aislamiento térmico de edificios y tanques, etc. La huella de carbono cuantifica la contribución al cambio climático, pero no cubre toda la gama de impactos ambientales. El método de análisis del ciclo de vida es más completo y permite integrar otros indicadores como la emisión de partículas finas a la atmósfera, la eutrofización del agua (sobrecarga de nitrógeno y fósforo), la ecotoxicidad del agua dulce (emisiones de contaminantes orgánicos e inorgánicos), el consumo de agua, etc. En cuanto a los indicadores de ecotoxicidad del agua dulce y de eutrofización, la contaminación del agua resultante de la transferencia de contaminantes a las vides (productos fitosanitarios, nitratos, fósforo y metales) es un problema importante (50% y 40% de los impactos, respectivamente).
DOI:
Issue: OIV 2024
Type: Article
Authors
¹IFV, 210 Boulevard Vermorel, Villefranche-sur-Saône, France